El líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, prófugo de la justicia desde hace casi dos años, volvió a colocarse en el centro de la polémica al acusar a ministros del Gobierno de Dina Boluarte de actuar como “topos” del partido de César Acuña. Según Cerrón, la renuncia de Juan José Santiváñez (Justicia) y la posible salida de César Vásquez (Salud) no obedecen a criterios técnicos, sino a la ambición de postular al Congreso por Alianza Para el Progreso (APP) en las elecciones de 2026, evidenciando, a su juicio, que el verdadero poder tras el gobierno está en manos de la derecha.
La denuncia de Cerrón, hecha desde la clandestinidad, pone en tela de juicio la lealtad y la transparencia del gabinete boluarteano, mientras los ministros renunciantes buscan consolidar sus aspiraciones políticas individuales. La situación revela, además, la fragmentación interna del Ejecutivo y la creciente politización de los cargos ministeriales en un contexto electoral.
Pese a estar prófugo por el caso Aeródromo Wanka y otras investigaciones por presunto financiamiento ilegal, Cerrón mantiene actividad constante en redes sociales, utilizando su perfil para influir en la opinión pública y cuestionar la gestión de Boluarte, lo que genera un efecto de tensión y polarización en la política peruana.