Durante la inauguración de la aún inconclusa obra Via Expresa Sur, el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, atacó al periodista Gustavo Gorriti, emitiendo una amenaza de muerte utilizando un lenguaje vinculado al crimen organizado peruano. “Hay que cargárselo de una vez al caballero”, afirmó, señalando que Gorriti representaría un obstáculo para la implementación de tribunales militares en el país. Además, López Aliaga sugirió que un “terruca urbano” debería ser considerado objetivo militar, indicando que estos individuos deberían ser juzgados en tribunales militares, en lugar de en tribunales fiscales, como el de Gorriti.
A pesar de las fuertes críticas a esta amenaza, el alcalde insistió en que la instauración de tribunales militares podría ser la solución para el problema de la criminalidad en Perú. No obstante, informes de la Defensoría del Pueblo y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han señalado que estos tribunales carecerían de la necesaria independencia e imparcialidad, lo que podría facilitar la impunidad entre políticos, militares y miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP).
La amenaza de muerte no fue un incidente aislado. En el mismo evento, López Aliaga acusó a Gorriti de estar vinculado con la exalcaldesa Susana Villarán, quien enfrenta un juicio por presuntos aportes ilegales de las constructoras brasileñas Odebrecht y OAS. Sin embargo, el alcalde no presentó ninguna prueba que respaldara tales acusaciones.
Por su parte, Gorriti respondió a estas acusaciones durante una entrevista con Epicentro TV, señalando que los discursos de López Aliaga estaban plagados de desinformación. “El tipo repite esas ideas como mantras, pero más que un mantra, parece un ejercicio psicótico. Detrás de todo ello hay una lógica, la de la desinformación”, argumentó.
Estas declaraciones se producen después de que la CIDH otorgara medidas cautelares a Gorriti, al considerar que su seguridad está en riesgo. Desde 2019, el periodista ha sido objeto de amenazas, hostigamientos y campañas de estigmatización, siendo calificado como “terruco” en diversas ocasiones.