El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha tomado la decisión de cerrar la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), una de las principales agencias de cooperación internacional. Esta acción fue anunciada tras una serie de ataques previos del magnate Elon Musk contra la agencia. Trump expresó su determinación en su red social, Truth Social, y ordenó que solo 290 de los más de 10,000 empleados de USAID permanezcan en sus puestos, mientras el resto enfrentará despidos o suspensión temporal.
La acusación principal de Trump contra USAID es que la agencia está siendo dirigida por “lunáticos radicales” y que se ha convertido en un foco de corrupción y fraude, aunque no presentó pruebas. Esta medida también coincide con una revisión más amplia de las organizaciones no gubernamentales (ONG) que reciben fondos federales, con la intención de alinear los financiamientos a los intereses de la administración republicana.
El senador demócrata Peter Welsh criticó duramente a Trump y Musk, cuestionando sus acusaciones sin fundamento y resaltando que empresas como Tesla, de Musk, también han recibido fondos de USAID. Además, recordó que USAID ha tenido un impacto positivo en programas de desarrollo a nivel mundial, y su cierre podría afectar gravemente la cooperación internacional y la seguridad global.
La medida ha generado incertidumbre entre los empleados de USAID, especialmente aquellos que trabajan en el extranjero, quienes no saben si continuarán recibiendo subsidios para su costo de vida. La decisión también podría tener repercusiones significativas en la cooperación internacional, dado que Estados Unidos representa aproximadamente el 42% del presupuesto global en este campo.
Este anuncio pone de relieve la desconexión entre Trump y Musk con la realidad social y económica de las poblaciones más desfavorecidas en todo el mundo, especialmente en áreas donde USAID ha estado presente para mejorar condiciones de vida y combatir enfermedades